martes, 28 de julio de 2009

CONVERSACIÓN DE BESUGOS I

Abro la puerta con el interruptor que tengo en el mostrador, el cliente entra.
- Hola (digo yo)

El señor se acerca como acechando a su presa sin respuesta a mi saludo. Se apoya en el mostrador y espero paciente durante unos segundos a que se decida a pronunciarse. Finalmente lo hace:
- Hola, es que hace tiempo que tendría que haber venido. Estoy muy mal ya.
- Así que quiere hacerse una revisión. (propongo)
- No, dime como tenemos que hacer esto.
- (¿?) Perdone, ¿Cómo?
- Si, que como se paga, las gafas para ver. Es que no veo nada de cerca, mira (acto seguido se acerca a un póster que tengo encima del mostrador) ¿ves? No veo nada.
- Vale, habría que graduarle. Pero bueno, que si encarga unas gafas, lo que se suele hacer es dejar una cantidad a cuenta y acabar de pagarlas cuando venga a buscarlas.
- No
- ¿No?
- No
- (¿?, igual es que quiere pagarlas a plazos) Otra opción es si usted tiene tarjeta de crédito, de crédito eh?, no de débito. (el cliente asiente) Pues si tiene tarjeta de crédito, pásese por su oficina y consulte si le pueden fraccionar el pago. (se me queda mirando raro) si se lo pueden pasar a plazos y pagar un tanto cada mes (le aclaro, y asiente).
- Ah, vale, entonces preguntaré. Voy con la cartilla, ¿no?
- No, con tarjeta de crédito
- Bueno, pero si tengo cartilla es lo mismo. Porque tarjeta no tengo.
- No, porque el banco no le fraccionará nada, para hacer eso se necesita una tarjeta de crédito, allí se lo dirán.
- Pero esto es como el seguro del coche, ¿no? Que doy mi número de cuenta y ya está.
- Ya, si, pero es que aquí funcionamos por medio de tarjeta de crédito.
- Pero si te doy mi número de cartilla es lo mismo.
- (y dale) No, no es lo mismo. A mi no me sirve de nada que me de el número de cuenta porque nosotros no trabajamos así.
- Pero es igual que con el seguro, será lo mismo. Tendré que ir a mi oficina con la cartilla.
- No, a ver, creo que lo que usted quiere decir es hacer una financiación pero nosotros no lo hacemos.
- Entonces para pagar aquí se necesita una tarjeta de crédito.
- No, no, solo si le interesa pagar a plazos.
- ¿Y si no tengo tarjeta?
- Entonces en efectivo.
- Pero de golpe.
- A ver, si quiere pagar a plazos aquí de la única manera es con tarjeta de crédito y consultando con su oficina.
- Ah, bueno igual tiene una tarjeta mi mujer, le preguntaré.
- Si, haga usted eso… (¡¡que lucha!!)

3 comentarios:

  1. Jajaja!! Me ha encantado tu historia! Me ha recordado a muchos momentos yo que pasé al principio en el primer puesto que tuve en mi empresa, jajaja!

    Gracias por pasarte por mi blog.

    Besos!

    http://bitacoradeunasoltera.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Por cierto, que yo llegué a decirle a una mujer 18 veces (contadas) que la forma de pago era únicamente con tarjeta de crédito ;)

    ResponderEliminar
  3. Si, Lorena, el trabajo de cara al público es... digamos que bastante peculiar!! jajaj, gracias por tu visita.

    ResponderEliminar